Cierto, al tripartito ja no li ve d'aquí. Pero la remodelación
emprendida por Maragall se ha convertido en un concurso de a ver quién mea más
lejos (y lo más fuera del tiesto posible, añadiría; sin embargo, ¿hay tiesto?).
Es un concurso de órdagos a lo tonto, una partida de póquer sobre un tablero de
parchís. Maragall desafía al PSOE; Esquerra desafía a Maragall; Puigcercós
desafía a Carod; Saura se queja en público, que ya es decir. Y Duran Lleida
exclama: "Pobra Catalunya!". Qué bonito panorama. La cuestión es la misma de
siempre, como cuando Mas y ZP reeditarion el póster de Brokeback Mountain: no importa la gestión, no importa el Estatut, no importa nada de
nada, excepto el titular de los periódicos del día siguiente. En estas lides,
ERC se mueve mejor que nadie: poner a Xavier Vendrell -el de las "dos tazas",
como diría mi vecino Toni B atllori- al frente de la función pública catalana es
una jugada insuperable. Sólo Salvador Dalí o el Albert Boadella de antes podrían
crear una ópera bufa tan surrealista. Cuando caiga el telón -que se les caerá
encima, tarde o temprano- habrá que aplaudir.
Checking up on the democratic half of the world
-
This year, with more democratic elections in the world than ever before,
one of the most successful has been that of *the European Parliament*. The
turn...
Fa 6 dies